sábado, 26 de diciembre de 2009

Más que un amigo...

Hay amigos del tiempo, del colegio, del trabajo, de la facultad. Amigos del alma, del corazón, de la sangre. Amigos de vidas pasadas, amigos para toda la vida. Hay amigos que son más que amigos: amigos que son hermanos, otros que son padres. Amigos que están en las buenas, otros que están en las malas y sin embargo hay otros que están siempre. Hay amigos de la distancia, amigos que se extrañan, amigos que se lloran, que se piensan... Hay amigos que se van, que por desgracia nos dejan. Otros vuelven y se quedan. La inmensa mayoría de las personas poseen amigos como estos. Yo, por supuesto, no iba a ser menos, es verdad que podemos decir que tenemos muchos amigos, pero siempre, en todos los casos y puntos de vista, miremos por donde lo miremos, resaltamos a uno. Yo tengo un amigo, pero no un amigo normal de los que llamamos para salir un rato cuando no tenemos nada que hacer, algo más que un amigo, podría considerarlo un ser de mi misma sangre. No puedo hablar así de otra persona, pues sólo él me ha hecho cambiar la vida, él piensa que exagero, yo juraría que no. Toda mi felicidad se la debo a él, por ayudarme a olvidar, por enseñarme a disfrutar mirando la vida con otros ojos, por hacer que me diera cuenta de que sólo eran 14 años los que tenía para tener que estar llorando por personas que no merecen ni los buenos días. Gracias a él sé apreciar las buenas personas como él mismo me ha demostrado ser. Después de todo lo que ha hecho por mí, tengo claro que puedo confiar en él más que en cualquier otra persona. Sin duda, es algo más que un amigo, es un hermano.

Por tí Roldán.
Mil gracias. Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario